Marita Lorenz nació en Bremen, Alemania, en 1939. Durante su juventud, su padre fue encarcelado por ser partidario del régimen nazi. A los 19 años, Marita se convirtió en amante de Fidel Castro durante una visita a Cuba en la que conoció al líder revolucionario. En 1960, Marita viajó a Nueva York con la intención de llevar a cabo un complot para asesinar a Castro. Sin embargo, fue secuestrada por agentes de la CIA y sometida a interrogatorios y torturas. Durante su tiempo en la CIA, supuestamente tuvo un hijo con el agente Frank Sturgis, que participó en el escándalo Watergate. En la década de 1970, Marita se implicó en el tráfico de drogas y fue arrestada en varias ocasiones. En 1977, aceptó testificar en el juicio contra el ex agente de la CIA, David Morales, por su presunta participación en el asesinato de John F. Kennedy. Más tarde, en su autobiografía, afirmó que Morales le ofreció 50.000 dólares para que participara en una conspiración para asesinar a Kennedy en 1963. Sin embargo, su testimonio no fue concluyente y la verdad sobre el asesinato de JFK sigue siendo un misterio. Hoy en día, Marita vive en Nueva York y sigue siendo una controvertida figura histórica y política.