Mark Alan Schwartz fue un empresario estadounidense que se desempeñó como ejecutivo en varias compañías, incluyendo Enron, donde ocupó el cargo de director financiero adjunto. Schwartz fue acusado de fraude y conspiración en relación con el colapso de Enron en 2001, y fue sentenciado a seis años de prisión en 2006 después de declararse culpable de un cargo criminal. Después de su liberación, Schwartz se involucró en organizaciones sin fines de lucro y en la defensa de los reclusos y otros problemas sociales. En 2020 falleció a los 62 años.