Marni Little era una mujer que nunca temió arriesgarse. Desde muy joven, decidió que quería dedicarse a la fotografía y a pesar de las dificultades que se presentaron, se mantuvo firme en su decisión. Pasó varios años viajando por diferentes partes del mundo, capturando momentos únicos y creando historias a través de su cámara. Pero un día, decidió volver a casa y establecerse en su ciudad natal. Allí, creó una pequeña empresa de fotografía y se convirtió en una figura importante dentro de la comunidad. Marni siempre tuvo una gran pasión por la educación y la enseñanza, por lo que también dedicó parte de su tiempo a impartir talleres y clases de fotografía a jóvenes talentos emergentes. A pesar de tener una vida apasionante y llena de aventuras, siempre buscó la estabilidad y la seguridad, tanto en su vida personal como profesional. Pero nunca perdió su espíritu aventurero y siempre estuvo dispuesta a salir de su zona de confort para seguir sorprendiéndose con lo que el mundo tenía para ofrecerle.