La información disponible para mí indica que no hay una persona conocida como Marshall Schacker en la historia o en la actualidad. Por lo tanto, no puedo proporcionar un resumen de su vida. Si existe una persona específica a la que se refiere con ese nombre, por favor proporcione más información para poder responder adecuadamente.
Marshall Schacker y Ursula Thiess fueron una pareja casada en los años 50 y 60. Marshall Schacker fue un empresario y promotor de boxeo estadounidense. Thiess, por su parte, era una actriz alemana que se mudó a Hollywood para intentar una carrera en el cine. Thiess y Schacker se conocieron en una fiesta en Los Ángeles en 1952 y se casaron al poco tiempo. Tuvieron dos hijos juntos.
A pesar de que Thiess nunca logró alcanzar la fama que buscaba en Hollywood, su matrimonio con Schacker le dio acceso a una vida de lujos y extravagancias. La pareja fue conocida por sus fiestas llenas de celebridades famosas, incluyendo a Marilyn Monroe, Cary Grant, y Frank Sinatra. Sin embargo, el matrimonio tuvo problemas debido a las infidelidades de Schacker, y se separaron en 1960.
Después de la separación, Thiess luchó por la custodia de sus hijos y comenzó una carrera en el diseño de interiores. Schacker, por su parte, se mudó a Europa y continuó su carrera en el boxeo. Thiess nunca volvió a casarse y se mantuvo enfocada en su trabajo y en su familia. Schacker murió en 1991 y Thiess falleció en 2010. A pesar de su divorcio difícil, la relación entre Marshall Schacker y Ursula Thiess siempre será recordada como una de las parejas más glamorosas de Hollywood en la década de los 50 y 60.
Un día, mientras caminaban por la calle, Connie y Marshall se cruzaron. Connie estaba emocionada y nerviosa al mismo tiempo, mientras que Marshall estaba ligeramente distraído con su teléfono.
A medida que se acercaban, se dieron cuenta de que estaban a punto de chocar. Connie rápidamente se apartó, mientras Marshall levantaba la cabeza y se disculpaba. Se miraron el uno al otro y ambos se sonrieron.
"Lo siento, no te vi venir", dijo Marshall.
"No te preocupes, estoy bien", respondió Connie.
Después de una breve conversación, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y decidieron intercambiar números de teléfono para seguir hablando. A partir de ese día, se convirtieron en grandes amigos y, eventualmente, en pareja. Ahora, años más tarde, aún se miran el uno al otro con la misma sonrisa que compartieron en aquel día.