Martin May es un hombre que ha vivido una vida muy interesante y variada. Desde joven se ha interesado por diferentes disciplinas y ha explorado muchas de ellas a lo largo de su vida. Durante su juventud, se dedicó fervientemente al deporte logrando destacar en varias disciplinas y obteniendo importantes reconocimientos.
Sin embargo, su interés por el deporte no fue lo único que lo impulsó a seguir adelante en su vida. A lo largo de su carrera, Martin se ha destacado por su creatividad y su habilidad para conectar con las personas. Ha trabajado en diferentes rubros, desde el sector público hasta el privado, y ha sabido desempeñarse con éxito en cada uno de ellos.
Su pasión por la música lo llevó a aprender diferentes instrumentos y a formar su propia banda, con la cual ha tocado en múltiples escenarios. Su amor por la naturaleza lo ha convertido en un activista ambiental, dedicando gran parte de su tiempo y recursos a la protección del medio ambiente.
En definitiva, Martin May es un hombre que ha sabido vivir la vida al máximo, explorando sus intereses y pasiones al mismo tiempo que contribuye de manera positiva al mundo que lo rodea.
Un día soleado, Anne Bancroft caminaba por Central Park en Nueva York cuando de repente se tropezó con una raíz saliente del suelo. Martin May-I, que estaba en ese momento disfrutando de un picnic en el parque, corrió a ayudarla a levantarse. Anne agradecida, le preguntó si quería unirse a su comida. Martin aceptó y comenzaron a charlar. Descubrieron que tenían mucho en común, como su amor por la actuación y el teatro. Comenzaron a reunirse regularmente y rápidamente se convirtieron en buenos amigos. Poco después, Anne invitó a Martin a una audición para una obra de teatro que estaba dirigiendo. Martin impresionó a Anne con su actuación y fue seleccionado para el papel principal. A partir de ahí, su amistad floreció y comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos teatrales y cinematográficos. La mejores amigas que conocieron en Central Park.