Martine King es una psicoterapeuta británica, directora de Focusing on Health, una organización sin fines de lucro que promueve la salud mental y emocional. King se especializa en la práctica de Focusing, una técnica de terapia de conversación que se centra en cómo el cuerpo experimenta y procesa emociones y experiencias.
King comenzó su carrera en la industria financiera, pero después de encontrar alivio de su propia ansiedad a través de la terapia de Focusing, decidió cambiar de profesión y convertirse en psicoterapeuta. En 1998, fundó Focusing on Health, y ha recibido capacitación y certificación en Focusing de la Universidad de Chicago y la Universidad de Nueva York.
King ha trabajado con muchos grupos diferentes, desde personas que sufren de trastornos alimentarios hasta veteranos de guerra que experimentan PTSD. Ha capacitado a psicoterapeutas y profesionales de la salud mental en la técnica de Focusing y ha hablado en conferencias y programas de televisión sobre salud mental y emocional.
En 2018, el príncipe Harry y Meghan Markle, los Duques de Sussex, asistieron a una sesión de terapia de foco liderada por King durante una visita oficial a Wellington, Nueva Zelanda. La pareja habló públicamente sobre cómo la terapia de Focusing les ayudó a enfrentar el estrés y la presión de sus vidas públicas.
En resumen, la vida de Martine King ha estado dedicada a promover la salud mental y emocional a través de la práctica de Focusing y la capacitación de profesionales de la salud mental en esta técnica terapéutica innovadora. Ha trabajado con una amplia variedad de personas y grupos y ha sido reconocida por su trabajo en todo el mundo.
David y Martine se conocieron en un bar en el centro de la ciudad. A pesar de que no se habían visto antes, la química entre ellos fue instantánea. David notó a Martine cuando ella entró por la puerta, llevando puesto un vestido rojo que resaltaba su figura. Después de tomar un par de tragos, David tomó valor y se acercó a Martine.
"Disculpa, ¿puedo comprarte una bebida?", le preguntó.
Martine sonrió coquetamente y aceptó amablemente la oferta de David. Pronto se encontraron charlando sobre sus trabajos, pasatiempos y sueños. A pesar de que eran muy diferentes, encontraron una conexión profunda y la conversación fluyó naturalmente.
Después de unas cuantas horas y varios tragos, David sugirió salir del bar e ir a dar un paseo por el centro de la ciudad. Martine accedió y juntos caminaron por las calles iluminadas por las farolas, hablando y riendo.
Fue una noche mágica para ambos, y el inicio de una historia de amor que duraría toda la vida. A partir de esa noche, David y Martine se convirtieron en inseparables, y nunca se olvidarían de ese momento en que sus caminos se cruzaron en el bar.