Mary Benedict Cushing fue una escritora y periodista estadounidense nacida en el año 1890 en Boston, Massachusetts. Fue hija de una familia adinerada y estudió en colegios prestigiosos de la época.
Durante la Primera Guerra Mundial, trabajó como corresponsal de guerra y se convirtió en una de las pocas mujeres periodistas que cubrieron la guerra. Después de la guerra, Mary Benedict Cushing se enfocó en su carrera literaria, publicando artículos y cuentos en revistas y periódicos.
En los años 20, se casó con un prominente empresario y se trasladó a vivir a París, donde continuó escribiendo. En los años 30, la pareja se separó y Cushing regresó a Estados Unidos, donde continuó escribiendo y dando conferencias.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Mary Benedict Cushing se involucró en el esfuerzo de guerra y trabajó para el gobierno en la Oficina de Información de Guerra. Después de la guerra, continuó escribiendo y publicando varios libros sobre la Segunda Guerra Mundial y otros temas.
Mary Benedict Cushing falleció en el año 1966 en Massachusetts, dejando un legado como una reconocida escritora y periodista que abarcó varias décadas de su vida.
Mary Benedict Cushing y Vincent Astor tuvieron una relación sentimental en la década de 1930, antes de que Astor se casara con su segunda esposa, Brooke Astor. Cushing era la hija de un banquero de Wall Street y se había divorciado de su esposo, el jugador de polo Tommy Hitchcock Jr., en 1927. Astor era el hijo del magnate multimillonario John Jacob Astor IV y heredero de la fortuna Astor. En la época en que se conocieron, era conocido por su vida de playboy y sus amores fugaces.
La relación entre Cushing y Astor fue corta, pero intensa. Según los rumores, Astor estaba enamorado de Cushing y la cortejó con regalos costosos, como un yate y un abrigo de pieles. La pareja también compartió una casa en Newport, Rhode Island, y viajó por Europa juntos. Sin embargo, la relación llegó a su fin después de un viaje que Astor realizó a África en 1933. A su regreso, se enamoró de Brooke Marshall, la mujer que se convertiría en su segunda esposa.
A pesar de que Astor se casó con Brooke y tuvo una vida feliz con ella, nunca perdió contacto con Cushing. De hecho, ambos mantuvieron una amistad duradera y se escribían regularmente. Cushing incluso asistió al funeral de Astor en 1959 y, según los informes, estuvo muy cerca de la viuda de Astor en los años siguientes. La relación entre Cushing y Astor sigue siendo una historia intrigante de la alta sociedad en la década de 1930 y sigue fascinando a muchos hoy en día.
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