Mary McKenna es una mujer apasionada por la tecnología y el cambio social. Durante gran parte de su vida, ha trabajado en empresas líderes en tecnología y ha utilizado esa experiencia para abogar por la igualdad de oportunidades en la educación y en el acceso a la tecnología para los jóvenes y las comunidades desfavorecidas. Desde hace algunos años, se ha centrado en su propia empresa de consultoría, ayudando a empresas y organizaciones a utilizar la tecnología para mejorar sus modelos de negocio y procesos internos.
Además de su trabajo, Mary es una apasionada defensora de la igualdad de género en el lugar de trabajo y se dedica activamente a abogar por la igualdad en la industria tecnológica en particular. También es una defensora y mentora de jóvenes emprendedores, y trabaja con varias organizaciones sin fines de lucro para ayudar a apoyar a los jóvenes en su éxito empresarial.
En sus ratos libres, Mary disfruta del senderismo y la exploración de nuevas áreas naturales, así como de la lectura y la escritura. También es una experta en cocina y se dedica a la experimentación en su propia cocina y a compartir recetas con amigos y familiares.
La relación entre Christian Brando y Mary McKenna fue breve y tumultuosa. Christian Brando, hijo del legendario actor Marlon Brando, conoció a McKenna en Los Ángeles en la década de 1990. La pareja comenzó a salir y eventualmente se mudaron juntos a un departamento en Westwood.
Sin embargo, la relación se volvió violenta y Brando fue arrestado en varias ocasiones por agredir a McKenna. En 1991, Brando disparó un arma de fuego en la casa que compartían, lo que llevó a su arresto por violación de la libertad condicional.
En 1995, Brando fue condenado por homicidio involuntario en relación con la muerte de Dag Drollet, novio de su hermanastra Cheyenne. Durante el juicio, se reveló que Brando había tenido una relación sexual con McKenna poco después de la muerte de Drollet, lo que supuestamente contribuyó a su desestabilización emocional.
McKenna continuó viendo a Brando mientras estaba en prisión y se mudó a Francia para estar cerca de él después de su liberación en 1996. Sin embargo, la relación terminó poco después y se sabe poco de McKenna desde entonces.