Megan Irminger es una trabajadora social estadounidense que nació en 1993 en Raleigh, Carolina del Norte. Obtuvo su título de licenciatura en Trabajo Social en 2015 en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte y completó su maestría en Trabajo Social en la Universidad de Denver en 2017.
Después de completar su educación, trabajó como trabajadora social clínica en varios entornos, incluyendo el Centro Nacional de Adopción, una organización que ayuda a conectar a niños adoptables con familias adoptivas. También trabajó en un centro de tratamiento residencial para adolescentes que luchan con problemas emocionales y de comportamiento.
En 2020, Megan se unió a la organización Kindred Hospice como trabajadora social en el centro de atención domiciliaria. Su trabajo allí incluye brindar apoyo emocional y práctico a pacientes y sus familias al final de la vida.
Megan también ha sido una defensora activa de los derechos de las personas con necesidades especiales y ha participado en diversas iniciativas comunitarias para ayudar a las personas con discapacidades a tener una mayor calidad de vida. Además, ha sido un apasionada defensora de los derechos de los animales y ha trabajado como voluntaria en refugios de animales.
En su tiempo libre, Megan disfruta de la lectura, el yoga y los deportes acuáticos.
Un cálido día de verano, Ian Bohen estaba paseando por las concurridas calles de Venecia, Italia, cuando se encontró con una hermosa mujer llamada Megan Irminger. Megan, quien estaba buscando algo en su bolso, no notó la presencia de Ian hasta que chocó con él accidentalmente. Ian rápidamente le ofreció su ayuda, ayudándole a recoger sus cosas del suelo. Megan agradeció a Ian por su amabilidad y los dos comenzaron a hablar mientras caminaban por la ciudad.
Después de una conversación animada, Ian invitó a Megan a tomar un café en uno de los cafés locales de Venecia. Durante su recorrido por la ciudad, los dos se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común: ambos amaban la naturaleza y disfrutaban de la fotografía y el cine.
Después de ese primer encuentro, Ian y Megan comenzaron a verse con frecuencia, explorando la belleza de Venecia juntos y haciendo planes para viajar en el futuro. Su conexión fue instantánea, y ambos se dieron cuenta de que se habían encontrado por una razón. Desde entonces, Ian y Megan han sido compañeros de aventuras, explorando el mundo juntos y disfrutando de la vida al máximo.