Michèle Laroque es una actriz, escritora y directora francesa nacida en Cannes en 1960. Comenzó su carrera en el teatro y en la televisión a finales de los años 80, y su primer gran éxito llegó en 1995 con la película "La Crise". Desde entonces, ha aparecido en numerosas películas y series de televisión, y ha trabajado con algunos de los directores más destacados de Francia, como Claude Chabrol y Jean-Pierre Jeunet.
Además de su carrera como actriz, Laroque también escribe y dirige. En 2007, dirigió y coescribió la comedia "Atout coeur à Tokyo pour OSS 117", que se convirtió en un éxito de taquilla en Francia. También ha dirigido una serie de televisión y una obra de teatro.
Laroque también es conocida por su trabajo caritativo, especialmente su apoyo a la investigación del cáncer de mama y su papel como embajadora de la organización benéfica Niños de África.
En su vida personal, Laroque estuvo casada con el actor Dominique Deschamps desde 1983 hasta su muerte en 2003. Tienen una hija juntos. En 2008, Laroque comenzó una relación con el actor François Baroin, que duró hasta 2012.
Francois Baroin y Michele Laroque mantuvieron una relación sentimental durante varios años, que comenzó en 2007 y finalizó en 2012. Baroin era en ese momento el Ministro de Economía y Finanzas de Francia y Laroque una conocida actriz y directora de cine.
La pareja mantuvo su relación en privado durante mucho tiempo, pero en 2012 se hizo pública cuando Laroque fue acusada de fraude fiscal por parte del gobierno francés. Baroin la defendió públicamente y declaró que confiaba plenamente en ella.
A pesar de que ambos siguieron adelante con sus carreras por separado después de su separación, se dice que mantienen una relación amistosa. En 2016, Laroque publicó un libro en el que incluyó un homenaje a Baroin, agradeciéndole su apoyo en momentos difíciles y el amor que compartieron.
Actualmente, Baroin se desempeña como presidente de la Asociación de Alcaldes de Francia y Laroque sigue trabajando en el mundo del cine y la televisión.
Dominique Deschamps and Michele Laroque se conocieron en un día lluvioso en París mientras buscaban un refugio para resguardarse. Ambos se encontraron en la entrada de un café y comenzaron a conversar en un intento por pasar el tiempo. La charla fluyó de manera natural entre risas y curiosidades, y decidieron continuarla dentro del café. Allí se sentaron en una mesa al lado de la ventana, desde la cual podían ver cómo la lluvia continuaba cayendo en las calles de la ciudad. Dominique ordenó un café y Michele un té de jazmín, y así se pasaron horas hablando de sus intereses y planes futuros. Desde entonces, se convirtieron en amigos inseparables y compañeros de vida, construyendo juntos memorables momentos llenos de risas y aventuras.