Michelle Robinson nació en 1964 en Chicago, Illinois. Fue criada en una familia trabajadora y creció en un vecindario multicultural. Su padre trabajaba en la ciudad como trabajador de agencias de agua y su madre era una secretaria que se quedó en casa para criar a Michelle y a su hermano mayor, Craig. Desde joven, Michelle se destacó en la escuela y se esforzó por obtener buenos resultados en sus estudios.
Después de graduarse de la escuela secundaria, asistió a la Universidad de Princeton, donde se graduó con honores en 1985. Después de Princeton, asistió a la Facultad de Derecho de Harvard, donde obtuvo su título en 1988. Después de graduarse de la escuela de derecho, trabajó en un bufete de abogados antes de servir como asociada legal en la oficina del alcalde de Chicago.
En 1991, Michelle se convirtió en la directora asistente de alcance de la oficina del decano de la Universidad de Chicago. Allí conoció a Barack Obama, quien en ese momento era un estudiante de derecho de primer año. Los dos se enamoraron y se casaron en 1992.
Después de tener a sus dos hijas, Malia y Sasha, Michelle volvió a trabajar como asistente ejecutiva para el alcalde de Chicago. También trabajó en la Universidad de Chicago y se convirtió en vicepresidenta de asuntos comunitarios en la Universidad de Chicago Medical Center.
En 2009, su esposo, Barack Obama, se convirtió en el presidente de los Estados Unidos. Durante los ocho años de la presidencia, Michelle trabajó como defensora de la educación infantil, la nutrición y el ejercicio físico. También lanzó su campaña "Let's Move!", que alentó a los niños a comer alimentos saludables y a hacer más actividad física.
Después de la presidencia, Michelle ha continuado su trabajo en la promoción de la educación y la igualdad de derechos. Ha escrito un libro de memorias, "Becoming", que se ha convertido en un gran éxito de ventas. También ha lanzado una serie documental de Netflix, y ha sido reconocida como una de las mujeres más influyentes del mundo.
Un día, Michelle Robinson se encontraba en una exposición de arte en Nueva York cuando vio a Sid Vicious en una de las salas. Al principio, Michelle no estaba segura de si era él o no, pero después de mirarlo detenidamente, se dio cuenta de que era el legendario músico de los Sex Pistols.
Michelle, quien era una gran fan de la música punk, se acercó a Sid para hablar con él y decirle cuánto admiraba su trabajo. Sid quedó impresionado por la seguridad y la elegancia de Michelle y comenzaron a hablar de música, arte y cultura en general.
A pesar de ser muy diferentes en muchos aspectos, descubrieron que compartían una pasión por la creatividad y la expresión artística. Pronto se convirtieron en buenos amigos y comenzaron a colaborar en varios proyectos juntos.
Aunque la gente a su alrededor no podía entender cómo una abogada y un músico como Sid podían tener una amistad tan cercana y sincera, Michelle y Sid se sentían cómodos el uno con el otro y disfrutaban de su amistad tal como era.