QQCQ

Miguel, Duke of Braganza

Miguel, Duke of Braganza

Miguel, Duke of Braganza, nació el 22 de septiembre de 1853 en la ciudad portuguesa de Kleeburg. Era el segundo hijo del rey Pedro V de Portugal y de la reina María de la Gloria de Orleans-Braganza.

Después de la muerte de su hermano mayor, Luis, en 1861, Miguel se convirtió en el heredero del trono portugués. Sin embargo, en 1866, su padre murió y su hermano menor, Carlos, asumió el trono como Carlos I.

Miguel fue educado en el Colegio Militar y en la Academia de Artilharia e Fortificação. En 1877, se casó con la hermana de su cuñada, la princesa María Teresa de Braganza.

En 1907, tras la muerte de su sobrino, el rey Carlos I, y su hijo mayor, Luis Felipe, Miguel se convirtió en el pretendiente al trono portugués. Como Head of the Royal House of Braganza, comenzó a desempeñar un papel activo en la restauración monárquica en Portugal.

En 1910, se produjo la Revolución de Octubre y la caída de la monarquía portuguesa. Miguel trató de liderar una contrarrevolución, pero no tuvo éxito y se exilió en Europa.

Durante su exilio, Miguel continuó luchando por la restauración de la monarquía portuguesa y publicó varias obras sobre la historia y la cultura de Portugal. Falleció en su residencia parisina en 1927.

Relaciones amorosas

Princess Elisabeth of Thurn and Taxis

Princess Elisabeth of Thurn and Taxis

Pareja de Miguel, Duke of Braganza

-

Miguel y Elisabeth se conocieron en una fiesta de la alta sociedad europea. Él estaba allí por negocios, ya que era un príncipe heredero y se esperaba que asistiera a eventos importantes. Ella estaba allí simplemente para divertirse y conocer gente nueva.

Cuando se encontraron en la pista de baile, Miguel no podía apartar la mirada de Elisabeth. No podía creer lo hermosa que era, pero también le impresionó su gracia y su inteligencia. Hablaron durante horas y parecía que nunca se agotarían los temas de conversación.

Desde ese momento, Miguel y Elisabeth comenzaron a salir juntos con más frecuencia. Descubrieron que compartían muchos intereses y valores similares. Aunque provenían de mundos muy diferentes, se complementaban perfectamente.

Finalmente, después de unos meses de citas, Miguel decidió pedirle a Elisabeth que fuera su novia formalmente. Ella aceptó con entusiasmo y juntos comenzaron a planear su futuro. Ahora, años después, siguen juntos y felices como una de las parejas más admiradas de la realeza europea.