Milton Pastornak

Milton Pastornak había dedicado gran parte de su vida a una empresa textil en la que había empezado desde abajo para llegar a ser uno de los gerentes más influyentes. Sin embargo, algo había cambiado en él recientemente. Había dejado de lado su afán por el éxito y había empezado a explorar otros aspectos de su vida que le resultaban más significativos. Había iniciado un programa de meditación y yoga que le mantenían relajado durante el día y con energía por la noche. Además, había desarrollado una pasión por la pintura y cada fin de semana se encerraba en su estudio casero para crear algo nuevo, algo que le hiciese sentir vivo. También se había vuelto más consciente de su dieta y había comenzado a comprar alimentos orgánicos y a evitar los alimentos procesados. El cambio no pasó desapercibido en su empresa, donde algunos de sus colegas notaron su nueva actitud más relajada y centrada. Sin embargo, era imposible saber lo que estaba pasando dentro de su mente, dentro de su corazón.