Mona Norklit se había dedicado durante toda su vida a la danza. Había empezado a bailar desde muy joven y nunca había dejado de hacerlo. Era una gran bailarina y lo sabía, pero lo que más le gustaba era transmitir su pasión a los demás.
Sin embargo, con los años, la danza empezó a pasar factura a su cuerpo. Las lesiones eran cada vez más frecuentes y cada vez se recuperaba peor. Fue entonces cuando decidió que era hora de cambiar de rumbo.
Mona decidió formarse como profesora de danza. Quería seguir transmitiendo su pasión, pero de una forma diferente. Y lo consiguió. Ahora enseña a niños y jóvenes a bailar y compartir sus conocimientos con ellos le hace sentir completa y feliz.
Pero no renuncia a la danza. Aún se sube al escenario de vez en cuando, aunque sea solo un poquito. Y sigue sintiendo la misma pasión que sentía cuando era joven. Mona Norklit ha sido capaz de adaptarse a los cambios de la vida sin perder su esencia.
Benny Andersson y Mona Nörklit son una pareja que se ha mantenido unida durante décadas. Se conocieron en la década de 1980 cuando Mona comenzó a trabajar en el equipo de grabación de Benny en su estudio de grabación en Viggsö, Suecia.
Benny y Mona comenzaron a salir poco después de conocerse, y se casaron en 1981. Juntos tienen un hijo llamado Ludvig Andersson, quien también ha incursionado en la música y ha colaborado con su padre en varios proyectos.
A lo largo de su relación, Benny y Mona han trabajado juntos en varios proyectos musicales y teatrales. Han compuesto y producido música para el teatro y han colaborado en la creación de espectáculos musicales exitosos, como "Kristina från Duvemåla" y "Mamma Mia!".
Además de su trabajo en la música, Benny y Mona también son defensores del medio ambiente y han apoyado iniciativas de conservación de la naturaleza en Suecia y otros lugares del mundo.
En resumen, Benny Andersson y Mona Nörklit son una pareja con una relación duradera que ha estado marcada por su colaboración en la música y su compromiso con la protección del medio ambiente.