Monika Pricken es una entrenadora de creatividad y consultora de innovación alemana. Nacida en la década de 1960, estudió diseño gráfico en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Düsseldorf y en la Universidad de Arte y Diseño de Helsinki. Comenzó su carrera como diseñadora gráfica en varias agencias digitales en Hamburgo, pero luego se convirtió en consultora de innovación y entrenadora de creatividad.
En 2008, Pricken fundó su propia empresa, llamada "Ley de Creatividad", donde trabaja como entrenadora de creatividad, consultora de innovación y autora de libros sobre creatividad y diseño. Además, es profesora en varias universidades y ha dictado conferencias en todo el mundo.
Pricken es especialmente conocida por su libro "Creativitätstechniken. Das Ideenbuch für den Alltag" (Técnicas de creatividad. El libro de ideas para el día a día), en el que presenta más de 80 técnicas creativas que pueden ser utilizadas en distintas situaciones y contextos. También ha publicado otros libros, como "Kreativitätstechniken für Designer" (Técnicas de creatividad para diseñadores) y "Kommunikationstechniken" (Técnicas de comunicación).
En su práctica de consultoría, Pricken trabaja con empresas de diferentes sectores para ayudarles a generar ideas innovadoras y soluciones creativas a problemas empresariales. Ha colaborado con empresas como BMW, Deutsche Post y E.ON.
En resumen, Monika Pricken es una entrenadora de creatividad, consultora de innovación y autora alemana reconocida por sus libros y por su trabajo con empresas en la generación de ideas y soluciones creativas.
George Harrison y Monika Pricken fueron pareja en la década de 1970. Pricken trabajaba como diseñadora de moda y se conocieron mientras Harrison estaba en un viaje de negocios en Alemania.
Se dice que tuvieron una relación apasionada pero también tumultuosa. Harrison incluso escribió una canción para ella, "Simply Shady", que apareció en su álbum de 1976 "Thirty Three & 1/3".
Sin embargo, la relación terminó después de que Pricken comenzara a tener problemas con la adicción a las drogas y el alcohol. Harrison trató de ayudarla, pero finalmente se dio cuenta de que no podía hacerlo y decidieron separarse.
A pesar de su separación, Harrison y Pricken mantuvieron una amistad cercana durante muchos años después y él incluso la ayudó a conseguir trabajo en la industria de la moda.
Pricken, por su parte, ha hablado sobre su relación con Harrison en varias ocasiones y lo ha descrito como un hombre encantador y con mucho encanto.