Morgan Kester fue un hombre nacido en 1913 en California, Estados Unidos. Fue un ingeniero mecánico y aeronáutico que tuvo importantes contribuciones en la industria durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Participó en el diseño de aviones, incluyendo el B-29, uno de los más importantes bombarderos utilizados en la guerra.
Después de la guerra, Morgan Kester fundó su propia empresa de ingeniería y continuó trabajando en proyectos importantes para la industria aeronáutica, como el diseño de los sistemas de aterrizaje del avión Boeing 747 y el desarrollo de una técnica para reducir el ruido de las cuchillas de los helicópteros.
Morgan Kester también fue un apasionado del deporte y la naturaleza, y dedicó gran parte de su vida a la práctica del esquí y el senderismo. Murió en 1998 a los 85 años de edad, dejando un importante legado en la industria y en la actividad deportiva.
Morgan Kester había sido contratada como asistente personal de Joe Pantoliano para ayudarlo con su agenda y sus compromisos. En su primer día de trabajo, Morgan llegó temprano y nerviosa al estudio de grabación donde se iba a reunir con él.
Joe llegó unos minutos más tarde, vestido con unos pantalones vaqueros y una camisa holgada. Morgan se sintió intimidada por su presencia, pero rápidamente descubrió que Joe era un hombre amable y divertido.
Durante su primera semana de trabajo, Joe y Morgan pasaron mucho tiempo juntos, organizando sus horarios y colaborando en proyectos. Aprendieron a respetarse y confiar en el trabajo del otro, y comenzaron a compartir historias sobre sus vidas personales.
Un día, mientras organizaban los papeles de Joe, Morgan notó un guion que había estado escribiendo en sus momentos libres. Se había inspirado en su propia vida, y había comenzado a escribir sobre su adolescencia en Nueva Jersey.
Joe se interesó en el guion de Morgan y le pidió que lo leyera. Después de leerlo, Joe se emocionó y le dijo a Morgan que era un escritor talentoso. Los dos comenzaron a trabajar juntos en el guion, puliendo el diálogo y convirtiendo las situaciones en escenas.
Finalmente, escribieron un guion que estaba listo para ser filmado. Lo presentaron a varios estudios y directores, y finalmente lo vendieron a una productora. Morgan y Joe habían trabajado juntos para hacer realidad su sueño de escribir y producir su propia película.