Mr. Ruggs es conocido por ser el dueño de una pequeña tienda de segunda mano en el centro de la ciudad. Sin embargo, pocos saben que antes de dedicarse a la venta de objetos usados, fue un reconocido artista plástico en su juventud. A pesar de que había logrado exponer sus obras en importantes galerías, la presión y la competencia en el mundo del arte lo agotaron y decidió abandonar su carrera. Después de años de trabajar en distintos empleos, se encontró con su verdadera pasión: coleccionar objetos curiosos y únicos que encontraba en mercados de pulgas y tiendas de antigüedades. Pronto comenzó a vender estos objetos, lo que le permitió abrir su tienda. Aunque su vida como artista quedó en el pasado, Mr. Ruggs no ha perdido su creatividad y buen ojo para los detalles. Además, se ha vuelto una persona muy querida en la comunidad gracias a su amabilidad, sentido del humor y gran capacidad para contar historias.