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Muriel Oakes

Muriel Oakes

Muriel Oakes fue una activista indígena de la comunidad Tuscarora en Nueva York. Nació en 1921 y creció en la reserva Tuscarora, donde aprendió las tradiciones y la cultura de su comunidad. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó como secretaria en una base aérea de la Marina de los Estados Unidos y, después de la guerra, se unió al movimiento por los derechos civiles indígenas.

En la década de 1960, Oakes se convirtió en presidenta de la Liga de Mujeres Indígenas del Norte de América y trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas en Estados Unidos y Canadá. Con su liderazgo, la Liga abogó por la soberanía indígena, la protección de los derechos de propiedad y la autonomía económica.

Oakes también fue muy activa en las protestas contra la construcción de la represa de Kinzua en el territorio indígena de Allegheny en Pensilvania. A pesar de las fuertes protestas de las comunidades indígenas y no indígenas, la represa se construyó y devastó el territorio indígena, lo que llevó a la pérdida de hogares, tierras y tradiciones culturales.

Muriel Oakes murió en 1994, pero su legado como defensora de los derechos indígenas y líder de la lucha por la soberanía y la justicia sigue siendo recordado y honrado.

Relaciones amorosas

Robert Ames

Robert Ames

Esposa de Muriel Oakes

1926 - 1930

Muriel Oakes y Robert Ames se conocieron en una biblioteca pequeña e histórica en el centro de la ciudad de Nueva York. Ambos llegaron al mismo tiempo a la sección de libros de arte y se encontraron ojeando la misma obra de arte.

Muriel notó que Robert la estaba observando y lo invitó a hablar sobre el libro que tenían en sus manos. Descubrieron una serie de intereses compartidos en el arte y las emociones que éste podía evocar en las personas. Desde ese momento, comenzaron a reunirse en la biblioteca todos los sábados por la tarde para hablar sobre las obras de arte que habían descubierto.

Finalmente, su amistad se convirtió en algo más y comenzaron a explorar juntos los museos y exposiciones de arte en toda Nueva York. Compartieron sus pensamientos e ideas sobre cada obra de arte y se enamoraron uno del otro mientras se maravillaban con las bellezas que el arte podía ofrecer.