Nadia Bowers
Desde niña, Nadia Bowers soñaba con ser bailarina. Pasaba horas danzando en su habitación, dibujando tutús y practicando sus pasos. Pero cuando llegó la adolescencia, su padre la obligó a dejar la danza y centrarse en sus estudios. Aunque lamentó la decisión en su momento, ahora ve que su padre tenía razón. Gracias a su esfuerzo y dedicación, Nadia se graduó con honores en la universidad y consiguió un trabajo en una prestigiosa firma de abogados. Sin embargo, nunca olvidó su amor por la danza y decidió tomar algunas clases por diversión. Esas clases la llevaron a conocer a su actual esposo, un instructor de baile del que se enamoró a primera vista. Ahora, Nadia se divide entre su carrera exitosa en derecho y su pasión por la danza, y es feliz sabiendo que no tiene que elegir entre uno u otro.
