Natalie Paley fue una princesa rusa que nació en París en 1905. Era hija del gran duque de Rusia, Pavel Alexandrovich y de la princesa alemana, Alexandra de Grecia. A los 18 años, Natalie se casó con Lucien Lelong, un famoso diseñador de moda francés. De esta unión nació su hijo Jean-Paul, pero el matrimonio terminó en divorcio en 1937.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Natalie se unió a la Resistencia Francesa y se convirtió en una activa colaboradora de la causa aliada. Después de la guerra, se estableció en Nueva York donde trabajó como actriz y modelo. Además, también se dedicó a la música y llegó a grabar varios discos de jazz.
En 1949, Natalie se casó por segunda vez con el príncipe Frederick of Prussia, bisnieto del Emperador Guillermo II de Alemania. Después de divorciarse en 1959, Natalie regresó a Nueva York donde vivió hasta su muerte en 1981. A lo largo de su vida, se destacó por su belleza, elegancia y su trabajo en la lucha contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Erich Maria Remarque y Natalie Paley mantuvieron una breve relación sentimental en el Hollywood de los años 30. Paley era una aristócrata rusa que había huido de la Revolución y se había establecido en Estados Unidos como actriz de cine.
Remarque, por su parte, era un escritor alemán exiliado que había alcanzado fama mundial con su novela "Sin novedad en el frente". La pareja se conoció en una fiesta en 1936 y comenzaron una relación que duró alrededor de un año.
Según los relatos de la época, Paley estaba enamorada del escritor y le ofreció incluso su ayuda para conseguir que su libro "Tres camaradas" fuera adaptado al cine. La relación se rompió poco tiempo después, aparentemente debido a las diferencias culturales y de carácter entre ambos.
Remarque se casaría más tarde con la actriz estadounidense Paulette Goddard, mientras que Paley se casó con un adinerado productor de cine norteamericano. Ambos mantuvieron sus carreras en la industria cinematográfica y literaria, aunque su breve romance ha quedado como una nota curiosa en la historia del Hollywood de la época dorada.
Un día soleado de verano, John estaba caminando por el parque disfrutando de la brisa fresca mientras escuchaba música en sus audífonos. De repente, tropezó con una piedra y cayó al suelo justo al lado de Natalie, quien estaba leyendo un libro en un banco cercano.
Natalie se levantó rápidamente y le ofreció a John su mano para ayudarlo a ponerse de pie. Él aceptó agradecido y se disculpó por su torpeza. Fue entonces cuando notó lo hermosa que era Natalie.
Natalie, por su parte, no pudo evitar sentir curiosidad por John y le preguntó si todo estaba bien. Así comenzó una conversación amistosa en la que descubrieron que tenían muchas cosas en común. John estaba fascinado por el libro que Natalie estaba leyendo, mientras que ella estaba interesada en la música que él estaba escuchando.
Decidieron seguir hablando un rato más y acabaron descubriendo que vivían cerca el uno del otro. Intercambiaron números de teléfono y acordaron encontrarse de nuevo para charlar más. Así fue como se conocieron John y Natalie y comenzó su increíble historia de amor.
Charles Boyer y Natalie Paley tuvieron una relación amorosa en la década de 1930. Boyer era un actor francés de renombre, mientras que Paley era una aristócrata rusa que se había trasladado a Estados Unidos en su infancia.
La pareja se conoció en Hollywood, donde Boyer trabajaba en la industria del cine y Paley era una socialité famosa. A pesar de que ambos estaban casados en ese momento, iniciaron una relación que duró varios años.
Sin embargo, su relación no fue fácil. Boyer y Paley tuvieron que luchar contra la sociedad y la moral de la época, que no aceptaban el adulterio y las relaciones extramatrimoniales. Además, se enfrentaron a la desaprobación de sus cónyuges y familiares cercanos.
Finalmente, Boyer decidió terminar su relación con Paley debido a la presión de su esposa y a su propio sentido de responsabilidad. Años después de la ruptura, Boyer y Paley se encontraron accidentalmente en un restaurante y se alegraron de volver a ver el uno al otro. Sin embargo, ambos habían seguido adelante con sus vidas y se separaron de nuevo.
La relación entre Charles Boyer y Natalie Paley sigue siendo objeto de interés para los estudiosos de la cultura pop y la historia del cine. Además, forma parte de la larga lista de historias de amor prohibido y pasión desenfrenada que rodean el mundo del espectáculo.
Natalie Paley y Serge Lifar fueron una pareja famosa en el mundo de la danza y el ballet en la primera mitad del siglo XX. Paley, sobrina del último zar de Rusia, era una prominente bailarina en la Europa de la época y Lifar, un famoso bailarín y coreógrafo ucraniano.
La pareja se conoció en París en 1923 y comenzó una relación amorosa que duró varios años. Su historia de amor fue muy intensa y altamente publicitada, y se convirtieron en una de las parejas más reconocidas de la escena artística parisina.
Sin embargo, la relación entre Paley y Lifar tuvo muchos altibajos. En ocasiones, ambos bailarines trabajaron juntos en diferentes producciones de ballet, mientras que en otros momentos, se separaron debido a diversos conflictos y problemas personales.
Además, su relación se vio afectada por los eventos políticos y sociales de la época, especialmente la Segunda Guerra Mundial. Paley se encontraba en Europa en ese momento, mientras que Lifar estaba en Estados Unidos, lo que dificultó su comunicación y su capacidad para estar juntos durante ese tiempo.
A pesar de los altibajos y las dificultades de su relación, Paley y Lifar siguen siendo recordados como una pareja emblemática en la historia del ballet y la danza moderna. Su legado continúa inspirando a generaciones de artistas y bailarines.
Jean Cocteau y Natalie Paley tuvieron una relación amorosa en los años 20 y 30. Cocteau, escritor y artista francés, conoció a Paley en un salón parisino en 1925 y quedó cautivado por su belleza y elegancia. Paley, quien era prima del zar Nicolás II de Rusia, era famosa por haber renunciado a su título y su fortuna para perseguir su carrera como bailarina.
Cocteau y Paley se convirtieron en amantes y aunque nunca se casaron, se mantuvieron en contacto durante muchos años. Paley inspiró a Cocteau en su obra, especialmente en su película "La sangre de un poeta" de 1930, en la que ella aparece en un papel secundario.
La relación entre Cocteau y Paley no estuvo exenta de dificultades, ya que ambos eran adictos a la morfina y la heroína. A pesar de esto, siguieron siendo amigos y Cocteau estuvo presente en la muerte de Paley en 1981.
La relación entre Jean Cocteau y Natalie Paley ha sido objeto de muchas especulaciones y rumores, pero lo que es cierto es que fue una relación apasionada y duradera, que influyó en la obra del gran artista francés.
Lucien Lelong y Natalie Paley tuvieron una relación personal y profesional muy estrecha durante la década de 1920 en París. Natalie, nieta del zar Alejandro II de Rusia, era una figura destacada en la sociedad parisina y Lucien Lelong era uno de los diseñadores de moda más importantes de la época.
Natalie se convirtió en una musa y modelo para Lelong y trabajó como diseñadora para su maison de alta costura. Juntos crearon algunas de las prendas más icónicas y elegantes de la década de 1920, como vestidos de noche y abrigos de piel.
La relación entre Lelong y Paley también se extendió a lo personal, y se rumoreaba que eran amantes. Aunque nunca se casaron, siguieron siendo amigos cercanos y colaboradores a lo largo de sus carreras.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Natalie se mudó a Estados Unidos y siguió trabajando en la moda y las artes. Lelong continuó siendo un diseñador de moda prominentes en París, pero su casa de alta costura cerró en la década de 1950.
En resumen, Lucien Lelong y Natalie Paley tuvieron una relación personal y profesional muy cercana en la década de 1920 en París, donde trabajaron juntos en la creación de elegantes prendas de alta costura. Aunque se rumoreaba que eran amantes, nunca se casaron pero mantuvieron una amistad cercana a lo largo de sus carreras en la moda y las artes.