Nathan MacKinnon es un jugador profesional de hockey sobre hielo que nació el 1 de septiembre de 1995 en Halifax, Nueva Escocia, Canadá. Su padre, Graham MacKinnon, fue jugador de hockey profesional en el Reino Unido.
Comenzó su carrera en hockey a una edad temprana en la Cole Harbour Red Wings de la liga menor de hockey de Nueva Escocia. En 2011, compitió con el equipo Sub-16 de Hockey de Nueva Escocia en los Campeonatos Nacionales de Hockey de Canadá, donde fue nombrado el mejor jugador del torneo.
En 2012, fue elegido como la primera selección general del Draft de la Liga de Hockey de Quebec por el equipo Halifax Mooseheads. En su temporada de novato, lideró a Halifax a ganar la Liga de Hockey de Quebec y la Copa Memorial como campeones nacionales.
En 2013, fue elegido como la primera selección general del Draft de la NHL por los Colorado Avalanche. Desde que debutó con el equipo en la temporada 2013-2014, MacKinnon se ha establecido como uno de los mejores jugadores de la liga. Ha sido nombrado al equipo All-Star de la NHL en tres ocasiones y ha ganado varios premios, incluyendo el Trofeo Calder al mejor novato, el Trofeo Conn Smythe al Jugador Más Valioso (JMV) de los playoffs y el Trofeo Lady Byng al jugador más deportivo y caballeroso.
Además de su carrera en hockey, MacKinnon es conocido por su trabajo de caridad. Ha participado en varios eventos para recaudar fondos para organizaciones benéficas, incluyendo el Hockey Fights Cancer y el Children's Hospital Colorado.
En resumen, Nathan MacKinnon es un jugador profesional de hockey que se ha establecido como uno de los mejores de la NHL. Ha ganado varios premios y ha sido reconocido por su trabajo de caridad.
Nathan-MacKinnon y Vanessa-Morgan se conocieron en un partido de hockey. Nathan estaba en el campo jugando intensamente cuando de repente vio a Vanessa sentada entre la multitud de aficionados. Fue amor a primera vista para él. Después del partido, Nathan se acercó a Vanessa y le preguntó si le gustaría ir a tomar algo con él. Vanessa, sorprendida, aceptó la invitación. Desde ese día, los dos se convirtieron en inseparables. Nathan siempre se refería a Vanessa como su amuleto de la suerte y Vanessa, por otro lado, consideraba a Nathan como su gran héroe del hockey. Juntos formaron una pareja perfecta en el hielo y fuera de él. A menudo, los veían sosteniendo las manos mientras recorrían las calles de la ciudad o abrazándose en el vestuario después de la victoria. Su amor era tan fuerte que, incluso en la distancia, siempre se mantenían conectados a través de los mensajes de texto y las llamadas telefónicas. Nathan-MacKinnon y Vanessa-Morgan demostraron que el amor verdadero puede nacer en los lugares más inesperados.