Nathan Webster nació en Estados Unidos, en el estado de Texas, en el año 1982. Durante su adolescencia, se destacó en deportes como el fútbol americano y el atletismo, y obtuvo una beca deportiva para estudiar en la Universidad de Texas A&M.
Después de graduarse, Nathan comenzó su carrera como entrenador de fútbol americano en diferentes escuelas y universidades. También trabajó como analista deportivo en varios medios de comunicación.
En su tiempo libre, Nathan disfrutaba de la fotografía y la escritura. escribió varios libros que se enfocaban en la superación personal y el liderazgo.
En 2013, Nathan fundó una organización sin fines de lucro llamada "Agile Athletes", cuyo objetivo era ayudar a jóvenes atletas a desarrollar habilidades de liderazgo y trabajo en equipo.
A finales de 2016, desafortunadamente, Nathan falleció a la edad de 34 años debido a complicaciones médicas. Sin embargo, su legado en el mundo deportivo y su trabajo como motivador y mentor de jóvenes atletas sigue vivo en la organización Agile Athletes.
Helena y Nathan se conocieron en una conferencia de tecnología y desarrollo sostenible en Dinamarca. Ambos estaban interesados en implementar tecnología innovadora para combatir la pobreza global y mejorar la calidad de vida de las comunidades más necesitadas.
Durante una sesión de preguntas y respuestas, Helena hizo una pregunta valiente y desafiante, lo que llamó la atención de Nathan. Después de la conferencia, Nathan se acercó a Helena para felicitarla por su pregunta y comenzaron a charlar sobre proyectos similares en los que habían trabajado.
Mientras hablaban, descubrieron una increíble sinergia. Nathan era un ingeniero experto y Helena era una reconocida especialista en salud pública. Comenzaron a discutir formas de combinar sus habilidades y conocimientos para crear productos innovadores que pudieran mejorar la vida de las personas más necesitadas del mundo.
Desde ese día, Helena y Nathan han trabajado juntos en una serie de proyectos innovadores, utilizando la tecnología para mejorar la salud, la educación y la calidad de vida de las personas que viven en condiciones difíciles en todo el mundo. Su colaboración es un ejemplo inspirador de cómo la tecnología puede ser utilizada para crear un mundo mejor.
Helena Vestergaard y Nathan Webster se conocieron en un café en el centro de Madrid. Nathan acudió al café después de un largo día de trabajo, buscando un lugar para relajarse y tomar un café. En el momento en que entró, sus ojos se posaron en Helena, quien estaba sentada en una mesa cercana leyendo un libro.
Nathan decidió acercarse y entablar una conversación con ella. Descubrieron que tenían intereses similares y comenzaron a hablar sobre libros y sus autores favoritos. Helena quedó impresionada con la facilidad con la que Nathan podía hablar de cualquier tema y su inteligente sentido del humor.
Finalmente, Nathan preguntó si le gustaría dar un paseo por el parque. Helena aceptó de buen grado y pasaron una tarde maravillosa juntos, caminando y hablando hasta el anochecer. Desde ese día, se convirtieron en inseparables y comenzaron a explorar Madrid juntos, descubriendo nuevos lugares y creando recuerdos que siempre atesorarán.