Nellie Clifden fue una mujer inglesa que se convirtió en la amante del rey Carlos II de Inglaterra. No se sabe con certeza su fecha de nacimiento, pero se cree que nació alrededor de 1650.
A los 19 años, Nellie comenzó a trabajar como actriz y pronto se convirtió en una de las favoritas del público, especialmente por su habilidad para cantar y bailar. Fue durante una de sus actuaciones que conoció al rey Carlos II, quien quedó cautivado por su belleza y personalidad vivaz. Comenzaron una relación que duró varios años, aunque nunca se casaron.
Nellie se convirtió en la reina de los pubs y tabernas de Londres, convirtiéndose en una celebridad popular entre la gente común. Sin embargo, su relación con Carlos II no siempre fue fácil, y a menudo se encontraba en desacuerdo con los miembros de la corte real.
A pesar de esto, Carlos II le otorgó varios títulos y le otorgó propiedades en diferentes partes del país. También tuvieron dos hijos juntos, aunque solo uno sobrevivió hasta la edad adulta.
Después de la muerte de Carlos II, Nellie perdió gran parte de su estatus y propiedades. Vivió el resto de su vida en la pobreza, pero siempre tuvo el recuerdo de su tiempo con el rey y su fama como una de las principales figuras de la Restauración de la monarquía inglesa. Murió en 1687 a los 37 años.
El rey Eduardo VII de Inglaterra tuvo una relación extramarital con Nellie Clifden, una actriz y modelo conocida en la sociedad londinense de la época. La relación duró unos tres años y comenzó en 1862.
Nellie Clifden se convirtió en la amante del futuro rey cuando él aún era Príncipe de Gales y estaba casado con Alexandra de Dinamarca. Ambos se conocieron en una fiesta y desde entonces la relación se volvió seria.
Se dice que el rey Eduardo VII era un hombre apasionado y romántico, que amaba la compañía de mujeres hermosas y tenía varias relaciones extramaritales a lo largo de su vida. A pesar de esto, Nellie Clifden parecía ser una de sus amantes más importantes.
La relación entre ellos fue muy discreta y secreta, ya que el príncipe era muy consciente de la importancia de mantener su reputación y evitar cualquier escándalo que pudiera dañar a la Corona. La pareja se veía en secreto, a menudo en la casa que el príncipe había alquilado en Londres, y también se hablaban por correspondencia.
La relación terminó en 1865, cuando la presión de la familia real y las amenazas de un intento de chantaje obligaron al príncipe a poner fin a su romance con Nellie Clifden. La actriz posteriormente se casó con un rico comerciante y se retiró de la vida pública.
Aunque la relación entre el rey Eduardo VII y Nellie Clifden fue breve, algunos historiadores han sugerido que tuvo un impacto significativo en la vida del futuro monarca, quien se casó con Alexandra de Dinamarca en 1863 y fue coronado como rey en 1901 después de la muerte de su madre, la reina Victoria.