Nicola Coleman era una mujer apasionada por la fotografía desde muy joven. Después de estudiar ciencias políticas en la universidad, decidió seguir su verdadera pasión y se inscribió en una escuela de fotografía. Viajó por el mundo, capturando momentos y emociones en imágenes únicas e impresionantes. Su Instagram se hizo viral y comenzó a recibir ofrecimientos para trabajar en revistas importantes y para fotografiar a celebridades. Aunque disfrutaba del éxito, Nicola no estaba dispuesta a sacrificar su ética y valores por fama y dinero, por lo que siguió su camino independiente. En su tiempo libre, le encantaba leer y visitar museos de arte, y siempre disfrutaba de una buena taza de té. Nicola encontró su felicidad al combinar su pasión por la fotografía con su sentido de la justicia y la equidad, fotografiando a personas marginadas y compartiendo sus historias al mundo.