Norma Garcia
Norma García se despertó temprano esa mañana. A diferencia de otras veces, sintió una extraña energía que la impulsó a levantarse rápidamente de la cama. Se preparó un café y se sentó en el sofá, observando por la ventana el movimiento de la ciudad. Pensó en todo lo que había logrado en su vida, tanto a nivel personal como profesional. Recordó aquellos momentos difíciles que enfrentó con valentía y fuerza, y que la llevaron a ser quien es hoy en día. Pero también reflexionó sobre aquellos errores que cometió y que la hicieron aprender importantes lecciones.
Mientras terminaba su café, decidió que ese día dedicaría un tiempo especial a sus seres queridos. Llamó a su madre y a su mejor amiga para organizar una reunión en su casa. Quería demostrarles su amor y su gratitud por estar siempre a su lado y apoyarla en cada paso de su camino.
Norma García sabía que la vida era corta y que era importante disfrutar de cada momento. Por eso se comprometió a seguir luchando por sus sueños, sin importar las dificultades, y a seguir cultivando las relaciones más importantes en su vida: las de su familia y amigos. Hoy, más que nunca, se sentía agradecida y plena de felicidad.
