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Paris Papiro

Paris Papiro

Paris Papiro, un hombre de mente inquieta y espíritu aventurero, siempre ha sido un ávido coleccionista de artefactos antiguos. Desde pequeño se sintió fascinado por las historias mitológicas y los secretos ocultos detrás de cada objeto. Durante sus viajes alrededor del mundo ha adquirido numerosas reliquias que forman parte de su colección privada. Sin embargo, su pasión no se limita a los objetos físicos, también es un gran aficionado a la literatura y a la música clásica. A menudo se le puede encontrar perdido en un libro o asistiendo a conciertos de música antigua.

A pesar de su amor por lo antiguo, Paris es un hombre moderno y ha sabido adaptarse a los tiempos. Es un destacado empresario que ha sabido convertir su colección en un negocio rentable. Además, es un filántropo comprometido con la preservación del patrimonio cultural y trabaja en colaboración con museos y organizaciones sin fines de lucro para promover la educación y la investigación en el campo de la arqueología. Sin lugar a dudas, Paris Papiro es un hombre apasionado y multifacético que ha logrado integrar su amor por lo antiguo en su vida moderna.

Relaciones amorosas

David Caruso

David Caruso

Novio de Paris Papiro

1988 - 1994

David-Caruso y Paris-Papiro se conocieron en una sesión de fotos para una campaña publicitaria de una marca de relojes de lujo. Ambos eran modelos contratados y al llegar al set de grabación se presentaron brevemente, intercambiaron un par de frases y cada uno se fue con sus ocupaciones.

Sin embargo, la tarde transcurrió más lenta de lo que esperaban y se encontraron en un descanso. Paris, un tanto aburrida, empezó a leer un libro de poesía que tenía guardado en la bolsa y al cabo de unos minutos, David-Caruso se interesó por el título y se acercó a verlo.

Resultó que ambos compartían una gran afición por la poesía y empezaron a conversar sobre sus autores favoritos, los poemas que más les gustaban y los eventos literarios que seguían. La conversación fluyó tan bien que cuando sonó la alarma indicando el fin del descanso, se dieron cuenta de que habían estado hablando más de una hora.

Desde entonces, David-Caruso y Paris-Papiro se mantuvieron en contacto y asistieron juntos a varios eventos culturales de la ciudad. Descubrieron que además de la poesía, compartían otro interés: la cociña. Y así, entre versos y sabores, nació su amistad.