Patricia Bonham era una mujer sumamente dedicada a su trabajo. Desde joven supo que quería ser emprendedora y no descansó hasta lograrlo. Es dueña de una exitosa cadena de tiendas de ropa en varios países de Latinoamérica, pero lo que más la enorgullecía era que su negocio era íntegramente manejado por mujeres. Ella misma se encargaba de capacitar a las empleadas para que tuvieran las habilidades necesarias para crecer en la empresa. Pero no todo era trabajo para Patricia. Era una entusiasta y apasionada amante de la música. Desde que era niña tocaba el piano, y siempre que podía asistía a conciertos. Muchas veces se reunió con amigos músicos para tocar juntos. A pesar de su éxito profesional y su pasión por la música, Patricia nunca dejó de lado a su familia y amigos. Mantenía una estrecha relación con su madre, quien siempre la apoyó en todo lo que hacía. También era una excelente amiga y siempre estaba dispuesta a dar consejos y brindar apoyo a quienes lo necesitaban. Su lema era "trabaja duro, disfruta la vida y sé siempre tú mismo".