Patricia Russell, Countess Russell, nació en 1926 en Nueva York, Estados Unidos. Era hija de un banquero y creció en un ambiente social acomodado.
En 1948, se casó con el político británico, John Russell, convirtiéndose así en Lady Russell. Tuvieron tres hijos juntos.
La pareja se mudó a Inglaterra, donde Lady Russell comenzó a participar activamente en acciones de caridad y se convirtió en presidenta de la organización Save the Children. También tuvo un papel destacado en varias organizaciones culturales y de arte.
En 1984, tras la muerte de su esposo, Lady Russell se convirtió en Condesa Russell y se mudó a la finca de Pangbourne, en Berkshire. Continuó su labor social y filantrópica, así como su interés por el arte y los jardines.
Lady Russell murió en 2017 a los 90 años de edad. Fue recordada por su dedicación a las causas benéficas, su amor por la cultura y su contribución a la sociedad británica.
Bertrand Russell y Patricia Russell, Condesa Russell, tuvieron una relación compleja, que abarcó muchos años. La pareja se conoció en 1924, mientras Bertrand estaba casado y Patricia estaba en un matrimonio infeliz. A pesar de su situación, Bertrand y Patricia comenzaron una relación y se enamoraron profundamente el uno del otro.
En 1931, Bertrand se divorció de su esposa y se casó con Patricia poco después. El matrimonio fue bastante controvertido, debido a la gran diferencia de edad entre los dos (Bertrand tenía 59 años y Patricia tenía 30), así como a las actitudes poco convencionales que ambos tenían hacia el amor libre y la monogamia. La pareja tuvo dos hijos, Conrad y John, pero también tuvieron relaciones con otras personas.
La relación de Bertrand y Patricia sufrió altibajos a lo largo de los años, a menudo debido a la incompatibilidad entre el compromiso político de Bertrand y la falta de interés de Patricia en la política. A pesar de estas diferencias, la pareja se mantuvo unida y Bertrand describió a Patricia como su gran amor.
Después de la muerte de Bertrand en 1970, Patricia se convirtió en la guardiana de su legado intelectual y continuó trabajando para promover sus ideas y su filosofía. Aunque su relación fue a menudo complicada, la historia de amor entre Bertrand y Patricia ha sido una fuente de fascinación para muchos.