Paul Rotha fue un cineasta, escritor y crítico de cine británico, nacido en 1907 en el Reino Unido. Comenzó su carrera en el cine como crítico de cine en los años 20 antes de pasar a la producción de películas en los años 30. En 1933, dirigió su primera película, "No Resting Place", seguida de "The Face of Britain" en 1935, que se convirtió en una obra pionera del cine documental.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rotha se unió al servicio de información del gobierno británico y produjo más de 20 documentales sobre la guerra. Después de la guerra, continuó haciendo películas documentales, como "Landslide" y "Craven House", así como películas de ficción, incluyendo "The Captive Heart" en 1946.
A lo largo de su carrera, Rotha también escribió varios libros sobre el cine, incluyendo "El documental: el uso creativo de la realidad" y "Una historia breve del cine de noticias". Murió en 1984 en Londres. Su trabajo en el cine documental lo convierte en un pionero en el género y en una figura importante en la historia del cine británico.
Constance Smith y Paul Rotha mantuvieron una relación en los años 40, cuando trabajaron juntos en varias películas británicas. Constance Smith era una joven actriz irlandesa que se había mudado a Londres para buscar suerte en la pantalla grande, mientras que Paul Rotha era un director y documentalista muy respetado en su país.
La pareja se conoció en el set de "They Knew Mr. Knight", una producción de 1946 que narraba la historia de un hombre de negocios que termina en prisión por un delito que no cometió. Constance interpretó el papel de June Knight, la esposa del personaje principal, mientras que Rotha fue uno de los guionistas.
A partir de entonces, la pareja comenzó a salir juntos y fueron fotografiados en varias ocasiones por la prensa de la época. Sin embargo, su relación no duró mucho tiempo y pronto cada uno siguió su camino en el mundo del cine.
Constance continuó su carrera como actriz, destacándose en películas como "The Sign of Four" (1954) y "The Black Knight" (1954), aunque su fama se desvaneció con el tiempo. Por su parte, Paul Rotha se convirtió en uno de los grandes documentalistas del siglo XX, realizando filmes sobre temas sociales y políticos, como "Land of Promise" (1946) y "World Without End" (1953).
Pese a que su romance no llegó a ninguna parte, Constance y Paul quedaron en la historia del cine como dos figuras importantes de la Gran Bretaña de posguerra.
Carl Mayer y Paul Rotha fueron dos importantes cineastas del movimiento cinematográfico alemán conocido como la Nueva Objetividad. Ambos trabajaron juntos en varias películas durante los años 20 y 30.
Mayer fue uno de los guionistas más importantes del cine alemán en la década de 1920. Fue el autor del guion de "El gabinete del Dr. Caligari" (1920), una de las películas más influyentes de la historia del cine. También escribió el guion de "La última risa" (1924) del director F.W. Murnau.
Por su parte, Rotha fue un documentalista y crítico de cine. En 1929 dirigió "Los primitivos del cine", una película que mostraba los orígenes del cine y la evolución de la técnica. También escribió el libro "La estructura del cine" (1930), un análisis sobre la narrativa cinematográfica.
Mayer y Rotha colaboraron en varias producciones, como "El hombre que vendió su alma" (1921) y "Las tres luces" (1923) de Murnau. En la película "El angel azul" (1930) de Josef von Sternberg, Mayer escribió el guion y Rotha fue asistente de dirección.
A pesar de su estrecha colaboración, Mayer y Rotha tenían opiniones diferentes sobre el cine. Mayer creía en la importancia del guion y de la narrativa, mientras que Rotha defendía la técnica y la estructura visual de la película. A pesar de sus diferencias, ambos cineastas contribuyeron al desarrollo del cine alemán e influenciaron a generaciones de cineastas en todo el mundo.