Paul Thek fue un artista nacido en Brooklyn en 1933, que se convirtió en una figura relevante en el mundo del arte durante los años 60 y 70 en Nueva York. Estudió arte en varias escuelas, como la Art Students League de Nueva York y la Cooper Union, y comenzó a exponer su trabajo en galerías importantes como la Stable Gallery.
Thek realizó una amplia variedad de obras, incluyendo pinturas, dibujos, esculturas y instalaciones. A menudo trabajaba con materiales poco convencionales, como cera y carne, y sus obras se caracterizaban por una fuerte temática religiosa y espiritual.
A lo largo de su carrera, Thek incursionó en diferentes medios, desde el cine experimental hasta la escritura, y llegó a trabajar para la industria del teatro y del cine. Sin embargo, su obra se centró principalmente en temas relacionados con la muerte y lo efímero.
Durante los años 80, Thek comenzó a experimentar problemas de salud debido al VIH, y finalmente falleció en 1988 a la edad de 55 años. A pesar de su corta vida, su trabajo ha sido reconocido y valorado por artistas y críticos de todo el mundo, y su legado sigue siendo una inspiración para las nuevas generaciones de artistas.
Susan Sontag y Paul Thek fueron dos importantes personalidades del mundo artístico de los años 60 y 70. Ambos se conocieron en Nueva York a finales de los años 50 y rápidamente se convirtieron en amigos cercanos.
Thek era un artista visual conocido por su obra escultórica y sus instalaciones, que exploraban temas como la mortalidad, el cuerpo y la identidad. Sontag, por su parte, era una escritora y crítica cultural reconocida por sus ensayos y novelas sobre temas como la política, la guerra y el arte.
La relación entre ambos fue profunda y compleja. Thek se consideraba a sí mismo una persona solitaria e introvertida, mientras que Sontag era extrovertida y social. A pesar de estas diferencias, ambos compartían una pasión por el arte y la cultura.
Thek y Sontag también se influyeron mutuamente en sus respectivos trabajos. Sontag escribió sobre las obras de Thek en varias ocasiones, y Thek a su vez creó varias piezas artísticas en respuesta a los textos de Sontag.
La relación entre ambos llegó a su punto más alto en 1973, cuando Sontag organizó una exposición en la Whitechapel Gallery de Londres que presentaba las obras de Thek. La muestra fue muy controvertida y recibió críticas negativas de ciertos sectores, pero fue un evento importante en la carrera de Thek y una muestra del apoyo de Sontag hacia su amigo y su trabajo.
Desafortunadamente, la relación entre Sontag y Thek se enfrió en los años posteriores. Debido a las diferencias personales y profesionales, los dos amigos dejaron de estar en contacto regular. Sin embargo, la influencia que ejercieron uno sobre el otro y su trabajo se mantuvo a lo largo de los años y sigue siendo reconocida en el mundo del arte y la literatura.