Como modelo y reina de belleza polaca, Paulina Biernat ha alcanzado gran reconocimiento en su país natal y mundialmente.
Nació en 1991 en la ciudad de Sopot, Polonia. Desde temprana edad mostró interés por el modelaje y la moda, y a los 14 años firmó su primer contrato como modelo.
En 2012, se convirtió en Miss Polonia y representó a su país en el certamen de Miss Universo. Aunque no alcanzó el título, su participación la llevó a recibir ofertas para trabajar en Estados Unidos como modelo.
En 2014, se mudó a Nueva York y comenzó a trabajar con agencias de modelaje importantes, como Wilhelmina Models y Next Management. Durante su carrera ha trabajado con marcas reconocidas como Maybelline, L'Oréal y Victoria's Secret.
Además de su carrera como modelo, Paulina es licenciada en relaciones internacionales y ha trabajado en la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, colaborando en temas relacionados con derechos humanos y desarrollo sostenible.
En 2020, se convirtió en madre por primera vez. Además, ha sido activista en temas como la lucha contra el cambio climático y la defensa de los derechos de las mujeres.
Paulina Biernat y Pawel Stalinski se conocieron en una tarde de verano en una cafetería en el centro de Varsovia. Ambos estaban sentados en mesas separadas, disfrutando de un café y leyendo un libro. En un momento dado, sus miradas se cruzaron y comenzaron a sonreír el uno al otro. Paulina, con su carisma y simpatía natural, decidió acercarse a Pawel y entablar una conversación. Él, impresionado por su inteligencia y belleza, no dudó en devolverle el interés.
Durante unas horas hablaron de todo, desde sus trabajos hasta sus pasatiempos y aficiones. Descubrieron que compartían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la música y el cine polaco. Después de la cafetería, decidieron dar un paseo por el hermoso casco antiguo de la ciudad y, a medida que avanzaba la tarde, se dieron cuenta de que no querían separarse.
La noche llegó, y después de una cena romántica en un restaurante cercano, se dieron el primer beso. Desde entonces, Paulina y Pawel han sido inseparables. Han viajado juntos por Europa, han experimentado nuevas aventuras y han forjado un amor que trasciende cualquier distancia. Todo comenzó en una cafetería, pero lo que han construido juntos es una historia de amor que perdurará para siempre.