Pauline Félicité de Mailly fue una noble francesa nacida en 1712. Era hija del marqués de Nesle y de la marquesa de Mailly y hermana de otras cuatro mujeres que se convirtieron en amantes del rey Luis XV.
En 1733 Pauline se casó con el duque de Lauraguais y se convirtió en una de las mujeres más bellas y refinadas de la corte francesa. Sin embargo, su matrimonio fue infeliz y su marido la dejó en la ruina económica.
En 1744, después de la muerte de su hermana Louise Julie, quien hasta ese momento era la amante favorita del rey, Pauline se convirtió en una de las confidentes del monarca y comenzó una relación amorosa con él que duró varios años.
A diferencia de sus hermanas, Pauline no trató de influir en la política del país y se concentró en su relación con el rey y en sus actividades culturales. Fue una gran mecenas de las artes y la literatura y su salón en París fue el lugar de encuentro de los intelectuales y artistas más destacados de la época.
En 1751, después de la muerte de su hermana Marie Anne, el rey se alejó de Pauline y comenzó una relación con su última hermana, Madame du Barry. A partir de entonces, Pauline se retiró de la vida pública y pasó sus últimos años en su castillo de Menars, donde murió en 1749.
Louis XV de Francia y Pauline-Félicité de Mailly tuvieron una relación amorosa durante muchos años. Pauline-Félicité, también conocida como la Marquesa de Vintimille, fue una de las cuatro hermanas de Mailly que se convirtieron en amantes del rey francés en diferentes momentos.
La relación entre Louis XV y Pauline-Félicité comenzó alrededor de 1742, después de la muerte de Marie Anne de Mailly, la primera hermana en convertirse en amante del rey. A diferencia de las otras hermanas, Pauline-Félicité fue una amante discreta y no buscó influir en la política francesa.
A pesar de su discreción, la relación de Louis XV y Pauline-Félicité se mantuvo durante varios años y ella influyó en algunas decisiones importantes, como la expulsión de los jesuitas de Francia en 1764.
Sin embargo, la relación entre Louis XV y las hermanas Mailly terminó en un escándalo en 1768, cuando su última amante, Madame du Barry, logró expulsar a las hermanas Mailly de la corte. Pauline-Félicité se retiró a un convento en 1769 y murió en 1770.
A pesar del final amargo de su relación, la Marquesa de Vintimille sigue siendo recordada como una de las amantes más discretas y amadas de Louis XV.
Pauline-Félicité de Mailly y Jean-Baptiste-Félix-Hubert de Vintimille fueron una pareja que se enamoró a fines del siglo XVIII en Francia. La relación fue muy polémica en su época porque ambos estaban casados con otras personas.
Pauline-Félicité de Mailly era la esposa de Louis-Marie de Mailly, marqués de Nesle. Era conocida por ser una mujer hermosa y elegante, pero también se decía que era frívola y superficial. Por su parte, Jean-Baptiste-Félix-Hubert de Vintimille era el esposo de Anne-Louise-Marie de Polastron, duquesa de Polignac. Era un hombre apuesto y culto, pero también se lo acusaba de tener un ego desmesurado.
A pesar de las circunstancias, Pauline-Félicité y Jean-Baptiste-Félix-Hubert se enamoraron perdidamente y mantuvieron una relación clandestina durante varios años. La pareja solía reunirse en la casa de la actriz Madame Vestris, donde podían estar juntos sin ser vistos por la sociedad.
Sin embargo, su relación no duró mucho tiempo. En 1792, estalló la Revolución Francesa y ambos fueron capturados por las autoridades revolucionarias. Pauline-Félicité fue acusada de actuar como espía al servicio de la reina María Antonieta, mientras que Jean-Baptiste-Félix-Hubert fue acusado de conspirar contra la República. Ambos fueron condenados a muerte y guillotinados en 1793.
Aunque su relación fue breve y trágica, Pauline-Félicité de Mailly y Jean-Baptiste-Félix-Hubert de Vintimille pasaron a la historia como una de las parejas más apasionadas y románticas de la época. Su historia ha sido recordada en novelas, obras de teatro y películas, como la película francesa de 1951 Madame de... dirigida por Max Ophüls.