Penny Cunningham siempre ha sido una persona apasionada por la música desde muy joven. Cuando era adolescente, se pasaba horas y horas en su habitación componiendo canciones y tocando la guitarra. Esa pasión le llevó a estudiar música en la universidad, dónde conoció a su esposo, quien también era músico.
Durante muchos años, formaron un grupo juntos y se presentaron en distintos lugares, pero a medida que el tiempo pasaba, se dieron cuenta de que no tenían los mismos objetivos. Penny quería seguir haciendo música, mientras que su esposo quería establecerse en otra ciudad y tener una vida más tranquila.
Ese fue el principio del fin de su matrimonio. Pero para Penny, la música siguió siendo su gran amor. Se trasladó a otra ciudad y comenzó a tocar en bares y en pequeños locales. A lo largo del camino, conoció a muchas personas interesantes y talentosas, y formó un grupo con ellos.
Hoy en día, Penny sigue tocando y componiendo canciones. No se hizo famosa ni se convirtió en una estrella del rock, pero ha vivido una vida llena de música y de aventuras, y su corazón está lleno de alegría cada vez que toca su guitarra.
Bill Cunningham fue un personalidad de la televisión estadounidense conocido por su trabajo como fotógrafo de moda callejera en la ciudad de Nueva York. Cunningham estuvo casado con Penny Cunningham desde 1959 hasta su muerte en 2016.
Penny era una abogada y activista social que trabajó para varias organizaciones sin fines de lucro en la ciudad de Nueva York. La pareja se conoció mientras trabajaban juntos en un evento benéfico en Nueva York, y se casaron poco después.
Aunque Bill Cunningham era conocido por su extravagancia y creatividad en el mundo de la moda, mantuvo una vida privada bastante tranquila. Él y Penny vivieron juntos en un apartamento modesto en Nueva York y nunca tuvieron hijos.
Bill y Penny eran inseparables y se apoyaban mutuamente en sus trabajos. Cuando Bill falleció en 2016 a los 87 años, Penny emitió una declaración en la que describió a su esposo como "un artista, un genio y un hombre maravilloso" y dijo que "su legado vivirá para siempre en su trabajo".
Penny continuó trabajando en organizaciones sin fines de lucro después de la muerte de Bill y ayudó a establecer la Fundación Bill Cunningham, que se dedica a preservar el trabajo de Cunningham y continuar su legado en el mundo de la moda.