Phil McCaw es un exitoso empresario y emprendedor neozelandés que nació en 1973. Se graduó en la Universidad de Auckland con un título en Ciencias de la Computación y comenzó su carrera en tecnología trabajando como consultor para grandes empresas en Nueva Zelanda y Australia.
En 2001, Phil cofundó la empresa Orion Health, una compañía de tecnología de la salud que proporciona soluciones innovadoras de software para mejorar la calidad de la atención médica. La empresa ha crecido rápidamente y hoy es una de las principales empresas de tecnología de la salud en el mundo, con más de 4.500 empleados en todo el mundo y presencia en más de 30 países.
En 2017, Phil vendió su participación en Orion Health y se centró en invertir en empresas emergentes de tecnología y biotecnología. Ha fundado la empresa de inversión Movac, que se centra en invertir en startups de alta tecnología y en ayudarlas a crecer y desarrollarse.
Además de su trabajo en tecnología, Phil es un entusiasta del medio ambiente y la sostenibilidad. Ha invertido en varias empresas de energía renovable y es propietario de una granja orgánica en Nueva Zelanda.
En resumen, Phil McCaw es un empresario exitoso y emprendedor que ha tenido un impacto significativo en la industria de la tecnología de la salud y que continúa trabajando para apoyar el crecimiento y desarrollo de nuevas empresas innovadoras.
Una tarde soleada de verano, Aymee-Davison y Phil-McCaw se encontraron por casualidad en una librería. Ambos estaban buscando el mismo libro, "El camino hacia el éxito", y mientras se acercaban al mismo estante, sus manos se rozaron accidentalmente. Aymee se sonrojó y se disculpó, pero Phil la miró con una sonrisa cálida y le dijo que no había problema.
Después de intercambiar unas palabras sobre el libro, Phil se ofreció a acompañar a Aymee a tomar un café para continuar hablando del tema. Sorprendida pero emocionada, Aymee aceptó la invitación. Mientras tomaban su café, descubrieron rápidamente que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la lectura y la música clásica.
La conversación fluyó naturalmente y los dos perdieron la noción del tiempo. Cuando se dieron cuenta de que habían estado hablando durante más de dos horas, se despidieron con la promesa de mantenerse en contacto y reunirse de nuevo pronto. Desde entonces, Aymee y Phil han sido inseparables, y cada vez que visitan la librería donde se conocieron, recuerdan con cariño ese hermoso encuentro del destino.