Phyllis Hall nació en 1927 en Dallas, Texas, y creció en una familia de clase trabajadora en el sur profundo de Estados Unidos. A pesar de las dificultades económicas y sociales, logró graduarse de la escuela secundaria y asistió a la Universidad de Texas en Austin para estudiar periodismo.
Después de graduarse, se mudó a Nueva York y trabajó como escritora para varias publicaciones, incluyendo la revista McCall's y la cadena de televisión CBS. En 1955, regresó a Texas para casarse con Wayne Moore, un periodista deportivo local, y se trasladó a Dallas para criar a su familia.
Hall trabajó como escritora independiente y ocasionalmente como redactora publicitaria mientras criaba a sus hijos. También se involucró en la política y trabajó en la campaña del senador texano Ralph Yarborough en la década de 1960.
A mediados de la década de 1970, Hall comenzó a interesarse en la historia de la región de Dallas y se convirtió en una defensora de la preservación de los edificios históricos locales. Fue miembro fundadora de la organización Preservation Dallas y trabajó en varios comités para la preservación histórica de la ciudad.
Phyllis Hall murió en 2012, dejando un legado de escritura, activismo político y preservación histórica. Era conocida por su inteligencia, humor y espíritu rebelde, y sigue siendo una figura importante en la historia cultural y política de Dallas y Texas.
El fallecido cantante Al Jarreau y la periodista Phyllis Hall mantuvieron una relación sentimental desde la década de 1970 hasta la muerte de Al en 2017. La pareja se mantuvo unida incluso en medio de los desafíos del éxito de carrera de Al y su intensa agenda de conciertos.
Phyllis Hall se convirtió en una fuerte defensora y compañera de Al, y lo acompañó en numerosas giras y eventos públicos. También trabajó como gerente de Al durante algún tiempo, ayudándolo a manejar sus asuntos comerciales.
En una entrevista de 2014 con The Atlanta Journal-Constitution, Al habló sobre la importancia de la relación entre él y Phyllis: "Ella es mi mejor amiga, mi amante, mi todo. Cuando estás en una relación que dura tanto tiempo, tienes que aprender a ayudarte mutuamente".
Después de la muerte de Al Jarreau en 2017, Phyllis Hall publicó una conmovedora carta abierta en la que honraba al hombre que había sido su compañero y amor durante más de cuatro décadas. En la carta, reconoció a Al como un "hombre maravilloso" y un "canto del alma".