Pía Ciccero nació en Buenos Aires, Argentina, en 1957. Estudió letras, pero después de graduarse trabajó en la industria de la música. En la década de 1980, se trasladó a España para trabajar en la discográfica CBS. Allí conoció al músico Joaquín Sabina, con quien comenzó una relación sentimental y a quien representó durante años.
A principios de la década de 1990, Ciccero comenzó a trabajar como representante de otros artistas, incluyendo a Pablo Alborán y a Buika. En 2010, junto con otros empresarios, fundó la promotora de conciertos Hook Management. Además de su trabajo en la música, Ciccero también fue empresaria en otros sectores, incluyendo la moda.
Falleció en Madrid en 2017 a causa de un cáncer.
Nabih Chadud y Pía Ciccero tuvieron una relación romántica que se hizo pública en 2002, cuando él era intendente de la ciudad de Buenos Aires y ella trabajaba en la Secretaría de Cultura de la ciudad. La relación generó varias controversias y críticas, ya que Chadud estaba casado en ese momento y tenía hijos.
La pareja se separó en 2003, luego de que se filtraran fotos comprometedoras de ellos en la prensa argentina. Chadud renunció a su cargo de intendente en medio de un escándalo político y su carrera se vio seriamente afectada.
En 2004, Pía Ciccero publicó un libro titulado "La vida después de Nabih", en el que contó detalles de su relación con Chadud y criticó a la clase política argentina.
Desde entonces, la relación entre Nabih Chadud y Pía Ciccero ha sido objeto de interés en la prensa argentina. Aunque ambos han seguido adelante con sus vidas, el episodio ha quedado como una de las polémicas más recordadas de la política argentina de las últimas décadas.
Gonzalo y Pía se conocieron un día en el parque. Él estaba jugando al fútbol con sus amigos y ella estaba sentada en un banco leyendo un libro. Gonzalo fue a buscar la pelota que se les había escapado y sin querer le dio un pelotazo a Pía. Él corrió hacia ella preocupado, le pidió disculpas y se presentó. Pía aceptó sus disculpas y se presentó también. Desde entonces, no volvieron a separarse. Pasaron tardes jugando en el parque, estudiando juntos y riendo sin parar. Gonzalo y Pía encontraron en el otro su mejor amigo y su confidente. Y así fue como empezó una historia de amor que duraría para siempre.