Pier Francesco Calvi nació en Génova en 1630 y se convirtió en un pintor y arquitecto famoso. Comenzó su carrera como aprendiz de Domenico Fiasella, un conocido pintor barroco de su época. Como arquitecto, se le atribuyen la construcción de varias iglesias y palacios en Génova.
En su carrera de artista, Calvi se especializó en pintar cuadros históricos y religiosos, y trabajó en estrecha colaboración con el poeta Giambattista Basile y el grabador Giovanni Battista Coriolano.
Entre sus obras más destacadas se encuentra la pintura de la cúpula de la Iglesia de San Siro en Génova, así como la decoración de la iglesia de Santa Maria Assunta en Cattedrale di Genova.
Murió en Génova en 1712 a la edad de 82 años y dejó un importante legado en la historia del arte y la arquitectura en Italia.
Marisa y Pier-Francesco se conocieron en una exposición de arte en Milán. Ambos se acercaron a ver una pintura y empezaron a conversar sobre su interpretación y significado. Descubrieron que compartían una pasión por el arte y continuaron hablando durante el resto de la exposición. Intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir juntos para visitar museos y galerías de arte de la ciudad. Con el tiempo, su amor por el arte se convirtió en amor mutuo, y hoy en día, están felices juntos, explorando su amor y su pasión por el arte juntos.