Como modelo y presentadora de televisión, Rachel Vallori ha sido una figura destacada en la escena española del entretenimiento desde la década de 2000. Nacida en Tarragona en 1985, Vallori comenzó a trabajar como modelo a los 16 años, después de ser descubierta por un cazatalentos en la calle. A partir de ahí, se dedicó a la pasarela y las sesiones fotográficas, desfilando en la Pasarela Cibeles y trabajando para firmas como Mango, Desigual y Women'secret.
En 2010, Vallori saltó a la televisión como presentadora del programa de entretenimiento Tonterías las justas, junto al cómico Florentino Fernández y el DJ Juanma Iturriaga. Este trabajo le dio una gran popularidad y le proporcionó la oportunidad de trabajar en otros formatos televisivos, como el talk show El gran debate y el concurso de talentos Splash! Famosos al agua.
Fuera de la televisión y la moda, Vallori ha sabido mantener una intensa actividad social y humanitaria, colaborando con ONGs como Save the Children y World Vision, y promoviendo iniciativas como la eliminación del uso de plásticos. En 2014, se trasladó a Londres para completar un máster en Comunicación y Marketing en la London School of Economics.
En la actualidad, Rachel Vallori sigue siendo una de las figuras más polifacéticas y comprometidas del mundo del espectáculo, y sigue trabajando como modelo, presentadora y colaboradora en distintos medios.
Un día soleado, Erik-Espensen caminaba por el parque mientras escuchaba música en sus auriculares. De repente, vio a Rachell-Vallori sentada en un banco, leyendo un libro. Su belleza lo dejó sin aliento, por lo que se acercó a ella para decirle lo hermosa que era. Con una sonrisa tímida en sus labios, Rachell agradeció sus halagos y comenzaron a conversar. Descubrieron que ambos amaban la literatura clásica y que habían trabajado en el mismo café años atrás. Sus intereses en común los hicieron sentir como si se conocieran desde hace mucho tiempo y, después de horas de charla, intercambiaron sus números de teléfono, prometiendo mantenerse en contacto. Desde ese día en el parque, Erik y Rachell se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras, explorando el mundo juntos y disfrutando cada momento de la vida.