Rafer Johnson nació el 18 de agosto de 1935 en Hillsboro, Texas. Fue un atleta estadounidense que compitió en la década de 1950 y 1960 en los Juegos Olímpicos. Es famoso por haber ganado la medalla de oro en el evento de decatlón en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. También ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 en el mismo evento.
Johnson también fue un exitoso jugador de fútbol americano universitario. Jugó para la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), donde fue nombrado All-American. Después de graduarse de la universidad en 1959, se unió al equipo olímpico de Estados Unidos y comenzó a entrenar para los Juegos Olímpicos de Roma 1960.
Después de retirarse de la competición, Johnson se convirtió en actor, apareciendo en varias películas y programas de televisión. También se convirtió en un activista político y social y trabajó en la campaña presidencial de Robert F. Kennedy en 1968. Johnson también fue uno de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.
A lo largo de su vida, Johnson recibió numerosos premios y honores, incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad y la entrada al Salón de la Fama del Deporte de Estados Unidos. Johnson falleció el 2 de diciembre de 2020 a los 86 años en su casa en Sherman Oaks, California.
Betsy Thorsen y Rafer Johnson tuvieron una relación de amistad y colaboración en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos.
Betsy Thorsen era una activista por los derechos civiles que trabajaba en la organización de Martin Luther King en Los Ángeles. Rafer Johnson era un famoso atleta olímpico y activista que también estaba comprometido con la lucha por los derechos civiles.
En 1968, Rafer Johnson participó en la Campaña de Pobreza de Resurrección en Marks, Mississippi, una iniciativa liderada por Martin Luther King para llamar la atención sobre la difícil situación de los afroamericanos que vivían en la pobreza. Durante la campaña, Johnson y Thorsen trabajaron juntos para organizar actividades y eventos en apoyo a la causa.
Johnson también se unió a Thorsen en la organización de la marcha de Los Ángeles en 1968 después del asesinato de Martin Luther King Jr. La marcha fue una de las más grandes en la historia de Los Ángeles, y Johnson y Thorsen fueron fundamentales en su organización y éxito.
A través de su trabajo juntos en la lucha por los derechos civiles, Betsy Thorsen y Rafer Johnson desarrollaron una relación de amistad y respeto mutuos que duró hasta la muerte de Thorsen en 2010. Johnson habló en el funeral de Thorsen y la recordó como una mujer valiente y dedicada a la justicia social.
Gloria Steinem y Rafer Johnson tenían una relación de amistad y colaboración. Steinem es una conocida activista feminista y periodista estadounidense que ha luchado por los derechos de las mujeres y la igualdad de género durante toda su vida. Por su parte, Rafer Johnson fue un atleta y activista por los derechos civiles y la justicia social durante la década de 1960.
La relación entre Steinem y Johnson comenzó en los años 60, cuando ambos estaban involucrados en el movimiento por los derechos civiles y luchaban por la igualdad racial en Estados Unidos. En 1968, Johnson se convirtió en el primer atleta afroamericano en encender la llama olímpica en los Juegos Olímpicos de México, mientras que Steinem se dedicaba a la escritura y el periodismo, convirtiéndose en una de las voces más importantes del movimiento feminista.
A lo largo de los años, Steinem y Johnson se apoyaron mutuamente en su lucha por la justicia social y la igualdad. En 1971, Steinem escribió un perfil de Johnson para la revista Ms., en el que destacó su defensa de los derechos civiles y el papel que desempeñó en la organización de la marcha de Selma a Montgomery en 1965.
Ambos siguieron trabajando juntos durante décadas, y en 2008, Johnson recibió el premio Ms. Foundation's Gloria Steinem Award, que honra a aquellos que han luchado por la igualdad de género y los derechos humanos.
En definitiva, la relación entre Gloria Steinem y Rafer Johnson se basó en la lucha por la justicia social y la igualdad, y es un ejemplo de cómo la cooperación y el apoyo mutuo pueden marcar la diferencia en la defensa de los derechos humanos.