Raffaello Follieri nació en Italia en 1978 y fue educado en una familia acomodada. A los 21 años, se mudó a Estados Unidos y comenzó a trabajar como asesor financiero en una compañía de inversión de Nueva York. En 2003, Follieri estableció su propia compañía, la Follieri Group, que se centró en el desarrollo inmobiliario y otras inversiones. Durante los próximos años, Follieri se convirtió en una figura pública en Nueva York, asistiendo a eventos de caridad y haciéndose amigo de personas influyentes, incluidas celebridades y políticos. Sin embargo, en 2008, Follieri fue arrestado por fraude y lavado de dinero. Se le acusó de engañar a inversores potenciales al afirmar falsamente que tenía una relación cercana con el Vaticano y que podía ayudar a las personas a obtener propiedades a bajo costo en la ciudad de Nueva York. Follieri se declaró culpable de los cargos en 2008 y fue condenado a cuatro años y medio de prisión. Después de ser liberado en 2012, fue deportado a Italia y se convirtió en un empresario de bienes raíces allí. Follieri ha mantenido un perfil bajo desde entonces y no ha vuelto a ser noticia en los medios internacionales.