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Ralph Levitz

Ralph Levitz

Ralph Levitz fue un empresario estadounidense nacido en 1925 en Nueva York. Su familia era originaria de Polonia, y su padre había emigrado a Estados Unidos para trabajar en el negocio de la tapicería. Levitz se educó en la Universidad de Columbia y sirvió en el Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1953, Levitz se unió a la empresa de sus padres, American Seating Company, que se especializaba en la fabricación de muebles para teatros y cines. En 1959, Levitz fundó su propia empresa de muebles llamada Levitz Furniture, que se especializaba en la venta de muebles para el hogar a precios bajos. La empresa se expandió rápidamente y se convirtió en una cadena nacional de tiendas de muebles.

En los años 70, Levitz Furniture se convirtió en una de las marcas más reconocidas en la industria de los muebles. La empresa se expandió en el Reino Unido y en otros mercados internacionales, y también diversificó su oferta con electrodomésticos y otros productos para el hogar.

Sin embargo, en la década de 1990, la empresa comenzó a enfrentar problemas financieros debido a una combinación de factores, como la competencia de otros minoristas y el aumento de los costos de los bienes raíces. La empresa se declaró en bancarrota en 1995 y fue vendida a la empresa de inversiones Bain Capital.

Levitz continuó trabajando como consultor y en otros negocios hasta su muerte en 2008 a la edad de 83 años. Su legado sigue vivo en la industria de los muebles, habiendo dejado una marca duradera en la forma en que los consumidores estadounidenses compran y consideran sus opciones para amueblar sus hogares.

Relaciones amorosas

Allyson Ames

Allyson Ames

Esposa de Ralph Levitz

1984 - 1987

Allyson y Ralph se conocieron fortuitamente en una librería mientras buscaban el mismo libro. Ambos extendieron la mano para tomar el mismo ejemplar al mismo tiempo, sus miradas se encontraron y sonrieron cómplices. Decidieron compartir el libro y se sentaron en una pequeña mesa en la cafetería del lugar. Desde ese día, Allyson y Ralph se encontraron en esa misma librería todos los jueves a la misma hora para compartir un café y sus experiencias literarias juntos. Con el tiempo, su amistad se transformó en una fidelidad inquebrantable, y aunque cada uno tomó distintos caminos en la vida, nunca dejaron de estar presentes el uno para el otro.