Ramona Vance había pasado gran parte de su vida en la ciudad, trabajando como abogada y cumpliendo con todas sus responsabilidades. Sin embargo, después de una crisis personal, decidió dar un giro radical a su vida y mudarse a un pequeño pueblo en las montañas. Allí comenzó a trabajar como voluntaria en una organización que apoyaba a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Ramona encontró una nueva pasión en la enseñanza y la mentoría. No solo se dedicó a ayudar a los niños con sus tareas escolares, sino que también les enseñó habilidades sociales y emocionales para que pudieran enfrentar los desafíos de la vida.
Además de trabajar con los jóvenes del pueblo, Ramona también se involucró en proyectos de conservación del medio ambiente y en programas para mejorar la calidad de vida en la comunidad. Sus vecinos la valoraban por su creatividad y dedicación, y ella se sentía completamente realizada por su trabajo.
Aunque extrañaba su vida anterior, Ramona sabía que había encontrado su verdadero propósito y estaba dispuesta a dedicar su tiempo y energía a mejorar la vida de quienes la rodeaban.
Chris y Ramona se conocieron en una tarde soleada de verano en una cafetería cerca del parque central de la ciudad. Chris estaba sentado en una mesa, trabajando en su computadora portátil cuando Ramona entró y se sentó en la mesa de al lado.
Chris no podía evitar notar lo hermosa que era Ramona, con sus rizos dorados y sus ojos verdes brillantes. Mientras tanto, Ramona también notó a Chris, con su barba bien cuidada y su camisa blanca nítida que parecía resaltar sus ojos azules.
Después de unos minutos de tímidos intercambios de miradas, Ramona decidió dar el primer paso y preguntó a Chris qué estaba haciendo en su computadora portátil. Chris se sorprendió gratamente por su humor y encanto, y respondió con una sonrisa.
A partir de ahí, comenzaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Descubrieron que ambos eran fanáticos de la música indie-rock y de la comida italiana.
Después de una agradable charla, intercambiaron números y acordaron tener una cita para el fin de semana. Desde ese momento, supieron que habían encontrado a la persona adecuada y comenzaron a construir una hermosa relación juntos.