Aaron Gross y Lisa Jak se conocieron en un concierto de música indie que se llevó a cabo en un pequeño bar de Nueva York. Aaron estaba allí con algunos amigos, mientras que Lisa estaba sola y buscaba algo diferente que hacer en su fin de semana. Estaba parada en la barra, tratando de decidir qué bebida pedir, cuando Aaron se acercó y le ofreció una cerveza. Enseguida comenzaron a charlar, hablando sobre sus artistas favoritos y compartiendo historias sobre sus vidas. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por los viajes y su pasión por las causas sociales. A medida que el concierto avanzaba, Aaron y Lisa se movieron juntos hacia el frente de la multitud, saltando y cantando junto a la música. Después del concierto, Aaron invitó a Lisa a tomar un café en una cafetería cercana. En ese lugar, continuaron hablando y riendo, intercambiando detalles sobre sus vidas y haciéndose preguntas que solo conducían a más conversación y curiosidad. Finalmente, cuando la noche llegaba a su fin, intercambiaron números de teléfono y prometieron mantenerse en contacto. Y así fue como comenzó una amistad que eventualmente se convertiría en algo más.