Adele de Champagne fue la esposa del rey Luis VII de Francia. La pareja se casó en 1160, cuando Adele tenía solo 13 años y Luis tenía 20. Su matrimonio político fue arreglado por el padre de Adele, el conde Thibaut II de Champagne, como una forma de fortalecer la alianza entre Champagne y Francia. Adele y Luis tuvieron dos hijas juntas, aunque su matrimonio fue infeliz y la pareja se separó en 1152. Adele regresó a Champagne, donde vivió en un monasterio de monjas clarisas y se dedicó a la caridad. También participó en la política de su región, apoyando a su hijo, Enrique el Liberal, en la defensa de Champagne contra el rey Felipe Augusto de Francia. Después de la muerte de Luis en 1180, Adele continuó siendo activa en la política y en la vida religiosa de Champagne. Se la recuerda como una mujer piadosa y caritativa, que apoyó a los pobres y enfermos de su región. En resumen, la relación entre Adele de Champagne y Luis VII de Francia fue un matrimonio político arreglado para fortalecer la alianza entre Champagne y Francia, aunque su matrimonio fue infeliz y la pareja se separó en 1152. Después de la muerte de Luis, Adele continuó siendo activa en la política y en la vida religiosa de Champagne.