Un día soleado, Adriana y Sky se encontraron en una playa en Los Ángeles. Ambas estaban disfrutando del sol y se dieron cuenta de que compartían el mismo amor por el mar. Comenzaron a charlar animadamente, hablando de sus vidas y descubriendo que tenían muchos intereses en común. Terminaron el día compartiendo una comida juntas y prometiéndose seguir en contacto. Así empezó una amistad que duraría años y que las llevaría a trabajar juntas en innumerables proyectos emocionantes.
