Adriano y Karen-Kounrouzan se conocieron en una hermosa playa mientras disfrutaban de un día soleado. Adriano estaba leyendo un libro cuando Karen-Kounrouzan se acercó a él para pedirle prestado un abridor de botellas. Adriano, encantado por su belleza, accedió a su petición y comenzaron a conversar. Descubrieron que compartían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la literatura y la música. Pasaron todo el día juntos, hablando y riendo, y al finalizar el día, intercambiaron números de teléfono y decidieron volver a encontrarse en la misma playa la próxima semana. De ahí en adelante, Adriano y Karen-Kounrouzan no se separaron y comenzaron una hermosa relación llena de amor, aventuras y momentos únicos que atesorarían para siempre.
