Ahmet y Ozlem se conocieron en una estación de metro. Ambos estaban esperando el tren en la misma plataforma cuando el viento súbitamente comenzó a ser más fuerte, haciendo que Ozlem perdiera el equilibrio mientras sostenía una bolsa llena de libros. Ahmet, que había estado de pie cerca de ella, la agarró justo a tiempo para evitar que cayera. Después de asegurarse de que Ozlem estaba bien, Ahmet comenzó a recoger los libros que se habían caído de su bolsa. Hablando en voz baja, Ozlem se disculpó por su torpeza y Ahmet le aseguró que no había pasado nada malo. Los dos comenzaron a hablar sobre los títulos de los libros que Ozlem llevaba en su bolsa, y pronto descubrieron que compartían un amor por la literatura. La conversación fluyó sin esfuerzo entre ellos y antes de que se dieran cuenta, el tren que ambos estaban esperando había llegado. Intercambiaron sonrisas mientras se subían al vagón y se sentaban cerca el uno del otro. A medida que el tren avanzaba a lo largo de la línea, Ahmet y Ozlem seguían hablando, aprendiendo más el uno del otro. Cuando llegó el momento de bajarse del tren, ambos se sorprendieron al descubrir que habían llegado al mismo destino. Decidieron seguir su conversación en una cafetería cercana, continuando su encuentro casual hasta que se dio cuenta de que habían pasado horas charlando juntos. Desde ese día, Ahmet y Ozlem han sido inseparables, compartiendo su amor por los libros y la cultura.
