Holly-Worthington y Alan-Smith se conocieron por casualidad en un café cerca de la universidad donde ambos estudiaban. Holly estaba esperando a una amiga y Alan estaba buscando un lugar para sentarse y estudiar para un examen importante. Ambos habían pedido su café y estaban buscando una mesa vacía cuando sus ojos se encontraron. Alan se acercó a Holly y le preguntó si podía sentarse en la misma mesa. Holly, un poco sorprendida, aceptó amablemente y se sentaron juntos. Comenzaron a hablar y resultó que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la música y la naturaleza. Después de unas horas de conversación animada, intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse otra vez. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y disfrutan de pasar tiempo juntos explorando la ciudad, asistiendo a conciertos y practicando senderismo en los alrededores.
