Un día soleado de invierno, Alberto Tomba y Janina Frostell se cruzaron en las pistas de esquí de los Alpes italianos. Janina acababa de recibir una sesión de entrenamiento cuando Alberto llegó a la estación. Él estaba allí para filmar un comercial. Fue un amor a primera vista. Alberto se acercó a Janina y le preguntó si quería esquiar juntos. Ella aceptó de inmediato y pasaron el día deslizándose por la nieve y conversando animadamente. Después de un largo día en las pistas, Alberto le preguntó a Janina si quería ir a cenar con él esa noche. Ella aceptó y disfrutaron de una cena romántica en un acogedor restaurante local. Desde entonces, Alberto y Janina se han mantenido unidos, esquiando juntos siempre que tienen la oportunidad, y disfrutando de una vida romántica juntos. Nunca olvidarán el día en que se conocieron en los Alpes italianos.
