Johanna y Aldo se conocieron en una cafetería cerca del parque central. Johanna había ido allí para leer su libro favorito y disfrutar de un capuchino mientras Aldo había ido allí para reunirse con un amigo. Cuando su amigo llegó, Aldo se levantó para saludarlo y accidentalmente tropezó con Johanna. Su libro cayó al suelo y Aldo se disculpó inmediatamente por su torpeza. Johanna lo perdonó de inmediato cuando se dio cuenta de lo guapo que era. Charlaron durante unos minutos y se rieron juntos. La química entre ellos era innegable y era como si se conocieran desde hace años. Intercambiaron números y concertaron una cita en la misma cafetería al día siguiente. Así comenzó su historia de amor y llevan felizmente casados desde entonces.
